Viajar sola no es solo viajar - Viajeros Creativos

Viajar sola es viajar, y a la vez, no es solo eso.

Viajar sola te hace crecer, te muestra a ti misma de lo que eres capaz y te da la libertad de estar sola contigo o acompañada de nueva gente que conoces por el camino.

Viajar sola es gratificante, es pasar tiempo contigo misma y encontrarte.

Viajar sola no es peligroso, no más de lo que lo puede ser viajar acompañada. Tan solo hay que tener sentido común.

Pero aun así, si no quieres hacerlo, está bien. Es perfecto siempre que tú lo decidas y sea lo que tú quieres.

Aquí tienes algunos consejos:

1. La información es poder

Infórmate, de todo, la información es poder. Que estés bien informada no va a evitar que surjan contratiempos, pero si que te ayudará a resolverlos más rápidamente y a sentirte más segura tomando decisiones.

Es importante conocer el destino, las zonas o barrios, las normas de país, la documentación que necesitas,… en fin, todo lo que puedas.

2. Comunícate con alguien

Un familiar, un amigo o amiga, tu pareja.

Tus seres queridos se preocupan por ti y no está de más que vayas informando regularmente sobre tu viaje.

Además, contarle a alguien que quieres las experiencias que estás viviendo será algo super gratificante para ambos también.

3. La documentación contigo siempre

Esto es válido para viajar sola o acompañada. La documentación es lo que te permite moverte de un país a otro, no tu maleta… así que lo más importante que debes llevar contigo siempre es esto.

4. Planificar es la clave para improvisar

También es válido tanto para viajar sola como acompañada: cuando planificas tus rutas e itinerarios te das también la libertad de improvisar, porque te da el control de la situación.

Creemos plenamente que planificar tu viaje puede hacerlo toda una experiencia… y esto no quiere decir que tengas que saber qué vas a hacer en cada minuto.

Planificar un viaje significa saber qué sitios quieres ver, cuales son las mejores rutas, las más baratas o las más cortas, cuánto puede costarte ver algo en concreto para darle un tiempo estimado y toda la información que necesites. También significa reservar antelación todo lo que puedas.

En este aspecto te podemos ayudar, tan solo echa un vistazo a la asesoría de viaje, donde diseñamos tu viaje a tu medida.

5. Lleva lo imprescindible

Yo siempre he sido bastante selectiva preparando mi maleta y cada vez lo soy más.

A no ser que se trate de tu equipo fotográfico o cosas que valgan mucho dinero, siempre me hago la misma pregunta por cada cosa que pongo en mi equipaje:

¿estoy completamente segura de que voy a usarlo?

Si la respuesta es SÍ, entonces va para adentro. Si la respuesta es NO (no estoy segura) entonces no lo llevo conmigo.

Los por si acaso no me sirven, porqué normalmente (casi el 100% de las veces) son cosas que puedes conseguir en cada lugar si las necesitas, y si no no tendrás que cargar con ellas.

Como ejemplo, en uno de mis viajes a Amsterdam en verano, sólo lleve ropa de verano (alguna chaquetilla fina pero nada más). Pues una vez allí pasé un frío que pa’ que… me compré una sudadera y fue calentita y me llevé de paso un souvenir ;D

6. Disfruta la experiencia

Tanto si es un viaje cortito, como si viajas por meses, disfruta cada minuto.

Nadie puede asegurarte que todos los momentos del viaje serán bonitos, pero al final valdrá la pena y será una experiencia que recordarás siempre y querrás repetir. ¡Conoce la cultura de cada sitio, la gente y todo lo que la vida te ponga por delante!

Y recuerda, aunque viajes sola, no estás sola.